Cuatro historias cortas hoy contaré,
que tengan que ver lo decidirá usted.
Para mí que sí, el lugar y tiempo
la profundidad y las maneras de andar
Una tela de araña que engaña con marañas
en su simpleza otorga realeza y grandeza
amanecí atrapado, asombrado y acongojado
que sutileza otorga tan extraña naturaleza
Una tarde de estas me econtré una belleza
bolitas de tamarindo y mi alegría fue intensa
no duró mucho sin embargo el recocijo alterado
al darme cuenta intrigado de la jocosa receta.
Quien mezcla tamarindo y chile con tanta certeza
no tiene idea de la constante y copiosa diarrea
Ha de ser Mexicano, que dios me perdone
pero chile y cítrico ni de vaina se mezclan
A esta muchacha me la encontre esta tarde
triste y risueña la contradictoria atleta
aires porcinos cruzaron su cabeza
o hacer su pelaje bicolor faceta
Que no la bañen, la duchen o la empapen
Que aprenda sola de su tonta faena
Por último la historia de una curiosa visita
la de una elegante y seductora viajera
me preguntó que hacía, que cual era mi faena
y me dejé engañar por su mortal poema
Me dijo de todos tus pecados temes a este simple reptil?
que dios te libre a la hora de cumplir
Respondí no importa, en el purgatorio seré feliz
con tal de no encontrarme con semejante matiz.
Y así pasan los días uno encima de otro
tratando de elegir el veneno menos ponzoñoso.
Habrá que pagar, lo tengo muy claro
el precio del vivir ahogando el llanto.