31 de julio de 2011

Aventurillas

Anoche tuve nuevamente el privilegio de observar el Djaran Tepang en una especie de feria que se lleva a cabo en un establecimiento muy reconocido en Suriname llamado Sanabudaya.  Es un centro de convenciones para los javaneses que residen en el país, y tiene una estatua que representa la inmigración de esta raza.  Esta vez me tocó ver algunos detalles extras de la celebración, como el paso preciso realizado por los integrantes del grupo y que simula el sonido de una cabalgata; también esta vez la música del trance estuvo acompañada por la voz de una mujer de avanzada edad, pero con una energía extraordinaria, me hizo recordar los cantos típicos de Panamá.





El premio de la noche se lo llevaron los pinchos de lagarto.  Estaban realmente deliciosos, y fue necesario que me alejaran de ese lugar que sitié sin remordimiento durante largos minutos.



28 de julio de 2011

Djrarang Kepang

Hace unos escasos días fui invitado a una fiesta que celebraba los 75 años de el tío de Achmad.  Me pregunté cómo sería una fiesta número 75 y confieso que imaginé un grupo familiar agradeciendo ya la extensa visita de este ser humano en el mundo terrenal, ni más, ni menos.  Así que impulsado por la comida y la cerveza, me pasaron a buscar a eso de las 5 de la tarde para la celebración.  El lugar no era lo que yo esperaba, un gran salón con un alto techo y un inmenso patio que me traía recuerdos de un jorón panameño.  Dentro y fuera había una inmensa cantidad de sillas y mesas de plástico algunas ocupadas y otras a la espera de unos 300 invitados.  Grande era mi sorpresa en ese momento, recuerdo haber pensado que tal vez sería la celebración de varios cumpleaños pero no, así son las fiestas javanesas.  Hay unos setenta y cinco mil javaneses viviendo en Suriname, y tienen una cultura extensa traída de oriente y mezclada con los diversos orígenes que aquí se asentaron.  




Resulta que, como quien deja un par de culantros, los javaneses son todos familia.  O casi, porque todas las personas que me presentaron, eran primos, sobrinos, tíos o padrinos, increíblemente, nadie tiene defectos genéticos, o al menos lo disimulan muy bien.


Ya anunciado el inicio, puedes acercarte a reclamar tu plato de comida.  Para esta fiesta, según me indicaron, se hicieron mil platos, que para 300 personas, me pareció un poco exagerado, aunque después cambié de opinión, cuando me comí mi tercer plato, entonces saqué cuenta, y si habían otros 250 como yo, muy bien podría quedarse corta la guarnición. 





Era hora entonces de la atracción principal: el Djarang Kepang.  Todos los invitados salen al patio y se agrupan en un semicírculo de unos cincuenta metros, en el extremo central, está un grupo de músicos acompañados de un tambor y una gran cantidad de marimbas con laminas metálicas, que  al golpearlas asemejan el sonido, un poco sordo, de una campana.  Me apresuré a apuntar el nombre de tan extraño acontecimiento, mientras empezaba el canto un poco sedante de los instrumentos.  Este ritual consiste en la representación de diversos animales en un periodo de una hora, justo antes del atardecer.  Pero aguarden, no es así tan fácil  como representar un animal (como yo por ejemplo, que hago bien la rata).  Es preciso entrar en un trance provocado por una especie de Shaman (que ellos llaman Gambuh) y la ingesta de sustancias cuyo nombre no me atrevo a pronunciar (pero que parecian perfumes y polvos).  Estos personajes, unos diez, salen en una fila simulando que cabalgan en armonía, unos con máscaras, otros con un disfraz de leopardo. Y asi, atraidos por la música cada vez mas penetrante y rítmica, quedan seducidos en una especie de encanto tradicional.  El Gambuh entonces los alimenta con hierbas, huevos crudos, cocos con cáscara que son pelados con los dientes mismos, y pasan por diversas personificaciones; monos, jabalíes, culebras y varios otros.  En algún momento fue visible y tangible la fuerza del ritual, y es que entre gritos y muestras fue oscureciendo sin aviso, entregando a los espectadores un perfecto sitio de sus mentes y muecas.  El ritual finaliza con un grupo de hombres golpeados físicamente por las personificaciones, y emocionalmente por el trance provocado.






Me costó un poco volver a la realidad, pero entre cervezas, charlas, y la música hipnotizante que siguió tocando las siguientes 5 horas, fue preciso despedirse del cumpleañero y agitar un poco el cajón de la incertidumbre.





26 de julio de 2011

Brownsberg

Fue ayer que me dijeron, tal vez quieras conocer
un paraíso etéreo, con plantones por doquier
Ocultaron sin embargo, a su justo parecer
las distancias de letargo y caminos con poder
 

Fue difícil la escalada, lodo y piedras afiladas
al final bien revolcadas, se jactaron mis entrañas.

Que bonita la manera, se proyecta al invitado
cien faisanes coronados, ante todo engalanados.


Cuando llegas a la cima, queda mucho por ver
miles de leguas encima, y agua por recorrer

Allá van allá van! los blanquitos degenerados,
grita el dueño del resort, ante tal escapada.
Y es que digo es cierto, es hermoso al parecer
pero gracias al alto precio, fue preciso correr.


Una cosa si les digo, que valió la pena ver
fueron las botas floreadas, de este valioso ser


24 de julio de 2011

El Kristal Apartments

Y siguiendo el menudo recuento, 
de las áreas que me rodean, 
es injusto olvidar el resto 
del extravagante y trágico encuentro.



El famoso cuarto del niño,
con sus plantas decorativas
crío mosquitos gratis
con gracia y alevosía 


Si fumara aquí fumaría
si charlara aquí charlaría
pero con tantas desgracias
el balcón es monotonía


Un pasillo con acrílico
te lleva a la rectoría
no se si es un espejismo
o pura paja lingüística


Esto tiene mención
por ser un poco atrevido
un magno techo de paja
con aluminio fue revestido


Aquí se pasan las horas
entre pensamientos estrictos
pero al sudar queda expuesta
mi más que jugosa figura
(toma esa Calderón)


Aquí no se ve piscina
ni elegantes trampolines
pero hay una charca en esquina
entre palmas y cojines


 Solo nos queda por ver
el magistral vestíbulo
sacado de una revista
o de algo que rime con ulo

El Habitáculo

Luego de recorrer varias habitaciones del hotel, buscando la que mejor llenara mis exigencias elitistas, una buena cocina y un balcón; llegué a la conclusión de que era necesario exponer al mundo tan curioso mundillo este en el que resido.  Los Kristal Apartments llevan su nombre prestado de la transitada avenida a la cual pertenecen, la Kristalstraat.

El diseño es una mezcla de los mas diversos estilos, esos que ni queriendo podría mencionar: maderas laqueadas, lámparas modernas, fachadas clásicas, ambiente tropical; todo, y nada.


El primer recinto, uno de los más intensos, es el escritorio de caoba que alberga todo el conjunto de electrónicos, cables y extravagancias que se pueden encontrar en una habitación.  Aquí la definición de modular toma una amplitud etérea, por ejemplo, el módulo de el reproductor de DVD, la caja el cable y el router que provee de Internet a todo el alerón, todos acurrucados uno sobre el otro en perfecta sincronía cual partida de Jenga; la maraña de cables es tan alocada que encanta. La alfombra rojo vino despelucado sexy dan el toque antagónico con las sillas de madera fina y mimbre, y es que en este país la madera es plástico, y el plástico es madera.

  
La cocina es por mucho lo menos encantador de la habitación, un par de fogones eléctricos, un horno también electrificado y un microondas, crean el ambiente perfecto para alarmas de incendio encendidas, huevos ultra sancochados y pegotes de granos.   La envidia de mis vecinos.


Un poco mas al fondo te encuentras con el famoso bedroom, un colchón con aspiraciones a ser ortopédico, pero con raíces más blandas.  Tiene su acceso directo al cuarto de baño, un par de sábanas algo molidas pero reconfortantes, y un toque especial de mesitas de noche hechas de, cha cha cha chaaaan, madera.




El baño es algo curioso, las baldosas de la ducha se mimetizan con las del piso, haciendo necesaria una maraña de alfombras y toallas para evitar una inundación producto del salpique.  Es sin embargo bien blanco, tanto que empiezo a sentirme preso en un manicomio algunas mañanas.







De mi mesita de noche, no hay mucho que contar, solo que trae lo que lleva en su manera de andar.




 Y esta mención final, va para mi alfombra de la sala, la envidia de todos los demás cuartos, ya he intentado reducirla de todas las maneras posibles para que entre en mi maleta, pero aun no le encuentro el doblaje perfecto.  Es posible que la otra semana entren en mi cuarto a robar, y lo único que desaparezca es esta alfombra. 





21 de julio de 2011

Metí La Pata

Cuando viajas con un grupo conformado por Tinelli, Ricardo Martinelli y Delfín Quishpe, solo queda envolverte en un buen par de audífonos, rock y una que otra sustancia psicoactiva.  Creo que el secreto para disfrutar de cualquier viaje, es olvidarse un poco de la presión de ser viajero.  Que existen muchas expectativas y pocos patrocinadores, es correcto; y en algunos momentos abruma hacer un tratado sobre cualquier cosa, pero existe ese momento nocturno, en el que recordar cada instante de lo vivido y escribirlo se convierte en una extensión misma de nuestro andar ligero.


Rumbo a un lugar que se llama Brokopondo, más al sur del continente, se puede encontrar dos ejemplos clásicos de cómo se extingue un mundo en 30 días.  


Suralco, la compañía que se encarga de sacar bauxita de la tierra para convertirla en aluminio, y I´m Gold, los administradores de la mas grande mina de oro en Suriname.


La economía de este país está dominada en su mayoría por nada mas y nada menos que, para muchos, la peor  pesadilla que un lugar podría enfrentar:  oro, petróleo, aluminio y madera.  


Si te duele ver un árbol muerto, definitivamente este no es tu lugar.


 El camino hacia el destierro con sus humeantes guardianes

Una solitaria muestra, de la fantasía 

 Un testigo poco usual, para algunos insolente

La muestra en mucho sensata, de la ignorancia humana 


Y al final, como siempre, metí la pata!!!

19 de julio de 2011

Mi Primera Aventura

Era una noche siniestra,
como saloma extranjera
la que me daba ese día
la impresión de salonera.

Fue un poco extraño el momento
en que me dieron llamado
seis alegres encantos
de acento a tragicomedia.

Yo no sabía que hacer
ante el llamado algo intenso
solo podía escuchar
aquel canto maquiavélico.

Vente que si te atreves
que no ves que somos morenas
no te nos pongas extenso
cuando por dentro babeas.

Así que atendí al llamado
mas por orgullo que gracia
coño que a quien engaño
con tan galante alharaca.




17 de julio de 2011

BJJ Suriname


Debo confesar que de todas las actividades que realizo, independientemente del lugar en el que me encuentre y de las personas con las que me encuentre, el arte suave es la que me apasiona más.  Difícil es entenderlo, para el que no lo ha experimentado, pero ese perfecto estado de trance que lleva consigo cada vuelo, es una deidad que tiene mucho de arte y mucho de ciencia.  

Acá están algunas imágenes del Dojo en el que entreno, una perfecta estructura de madera de los sesentas, con un estilo un poco europeo, un poco oriental, un poco tradicional. 


El olor a madera se siente a varias leguas, y evoca estar dentro de un bosque de pinos en donde se ha librado antes alguna que otra batalla.



Irónicamente, ya prestó su servicio como la cafetería del campus universitario, pero al entrar te preguntas si realmente este espacio lo diseñó alguien que pudo predecir perfectamente cual sería el futuro del recinto.


Y como este arte marcial elimina fronteras, el tatame lo comparten socialistas, ingenieros, políticos, estudiantes y jornaleros; ya lo decía mucho el aire: somos todos uno solo.






Aquí los orgullos, las edades, las razas y las religiones quedan grandes.  Todos respetan el etéreo espacio y la humildad recibe de cada personaje un corte sin sacrificios, uno limpio.  Queda mi sudor instalado en este hogar, con las intensas ansias de volver como quien vuelve a casa.

Post Sin Importancia

El motivo de mi ausencia es un poco incierto.  Digamos que tiene que ver con que también tengo que trabajar acá.  Y ese tema me pone entre dos frases que valen su peso tanto por antagónicas como por sabias: 


El trabajo es tan malo, que hasta pagan por hacerlo


Y es que Facundo Cabral tenía intensiones de torturarme con estas filosofías.  Y la otra de Gibran Khalil Gibran, que tiene tanto de cierto como de extenso:


Amar la vida a través del trabajo, es intimar con el más recóndito secreto de la vida


Así como hay que alejar al que critica demasiado, también hay que acercar al que quiere demasiado, que basta que el medio permanezca relajado, para poder encontrar el desenfreno.


Les presento a la dulzura, que alegra mis mañanas: la barra de jabón más alegre del mundo:







15 de julio de 2011

Takivulgario

Antes de emprender un ilustre viaje, se le presentan al viajero los lenguajes que en el transcurso de tu travesía se le van a atravesar.  Pues bien, si tuviera que viajar a Estados Unidos, me tendría que preocupar por el inglés y el mexicano (chúpate esa Derbez); si viajara a Brasil, el portugués haría el pasar mas ameno; si viajara a China, un mandarín básico para encontrar el ying y el yang; pero aquí, en Suriname, la historia es un poco diferente.  Comunicarse se presenta con una paleta de colores de extravagantes sabores: holandés, indostán, javanés, portugués, inglés o sranan tongo (taki taki), tu escoges dependiendo de tu ánimo y el clima.  Es un clásico escuchar una conversación empezar en un idioma, pasar por 3, y terminar en un quinto.  Así que mis opciones se vieron reducidas al holandés y al taki taki.  El holandés se me antoja muy elitista, es de esos idiomas que le agregan cinco o seis letras a cada palabra solo para parecer mas elaborados, así que decidí que pondré todos mis esfuerzos en aprender el taki taki, la lengua que crearon los primeros esclavos que vinieron de Africa y que fueron adaptando todos los demás idiomas a su propio dialecto.  Es el equivalente del creole, o del panameño wanabe.  Fui prevenido en varias ocasiones, sobre la escasa documentación sobre el idioma, y que los pocos libros que existen hacen referencia al holandés y a nada más.  Me pareció perfecto, un idioma que solo puede ser aprendido mediante otra persona, la relación justa entre amor y conocimiento.  Mi diccionario, o al menos así lo llamo yo, consta de las palabras que a mi juicio, son precisas para poder entablar una conversación justa para el oyente y el orador.  Juzguen por ustedes mismos:

Alen: lluvia
Bigui: grande
Matie: amigo
Con: viene
Bung: bueno
Fawaka: hola
Ala Sani: todo (todas las cosas)
Aigo: bien
Miti: carne
Fourow: pollo
Aan: y
Meid: mujer
Ñaam: comer
Suiti: dulce
Lesie: arroz
Pokoe: música
Bong: árbol

Con esta pequeña cantidad de palabras, se conjugan frases como:

Alen con: viene la lluvia
Mi bung matie: mi buen amigo
Mi wan ñaam: tengo hambre
Suiti meid: mujer dulce (o en panameño, manso pai)

Y por supuesto, el kit pornográfico:

Bubi: bubis
Pola: vagina
Punta: esta se explica sola
Billa: nalgas

Ahí voy entonces, entre tropiezos y malabares, buscando que la comunicación sea un proceso más humano más creativo.

12 de julio de 2011

Roti y Otros Encuentros Cercanos Del Tercer Tipo

Dos eventos de mayor magnitud tocaron a mi destino hoy: el Roti y el fútbol sala.

Al segundo fui invitado por uno de los locales de acá, Achmad, al ver que me entretenía muy poco escribiendo en el restaurante del hotel.  Debo confesar que el fútbol no es lo mío, y mucho menos el de sala, ese siempre se me antojó un "medio deporte", así como el fut-beis, o la bola suave; así que a regañadientas me monté en el vehículo (por el lado del conductor por supuesto, porque ya teniendo dos semanas aquí aun no me acostumbro a los vehículos con el timón a la izquierda; motivo de risa para el resto de los observadores anonadados de mi torpeza) hacia un lugar al cual cuando logré reconocer algunas de las estructuras, resultó ser uno que ya conocía gracias a una fiesta electrónica que tuve el placer de ir en el 2008; el estadio es uno techado, con unas gradas de madera sumamente inclinadas, y que fué construído por los chinos hace pocos años, me resulta interesante la estructura, por simple que es.  Dentro, pude verla por primera vez iluminada, que por aquel tiempo en que entré las únicas luces eran estroboscópicas y de colores.  Y qué bonita sorpresa resultó ser el futbol sala, dos tiempos de treinta minutos, justos para enamorarte pero no aburrirte, un juego extremadamente rápido, y para mi suerte resultó ser nada más y nada menos que el equipo de los "Masters" de Holanda, que estaban haciendo una exhibición con la selección Nacional de Suriname de fútbol sala. 



El juego quedó 4 a 3, y fueron los 7 goles más emocionantes que he visto en mi vida desde la chilena de Luis Tejada.  Otros también se robaron el show, como el árbrito con sus emulaciones de las faltas de los jugadores, y hasta la participación de un enano en el equipo de Suriname, Bowlen se llamaba, y fue el héroe del partido!




La otra experiencia del tercer tipo, es una de esas que uno busca sabiendo lo que viene, es como una de esas idas al Capri en las que sabes que de seguro te encontrarás a un cuñado, a un pariente, o, peor aún, a tu esposa; así que me fuí a comer mi bien merecido Roti.  El Roti es un plato indostán que consiste en una tortilla de harina con especias, papas guisadas, unas habichuelas miniatura y pollo marinado en especias y masala (el masala es un curri en esteroides), picante pero delicioso, una ida segura al trono cuando tienes un delicado estómago como el mío.  Es una comida rápida de hacer y muy común en Suriname, la vende la famosa cadena ROOPRAM.



Este te lo dan así, sin cubiertos, se come con la mano, o como yo, con la cara.  Vale cada segundo en el servicio.

Roberto

Les presento a Roberto:


También conocido como el safadinho, es el conserje con más años de servicio en el hotel.  Una de estas noches me acerqué a su reino (así lo llama él) que consiste en una mesa de escritorio labrada a mano en madera, unas cuantas hojas de papel, una pluma, y un teléfono que domina a la perfección.  Roberto es el tipo de personaje que todo escritor de biografías sueña con conocer, setenta años que no son perceptibles hasta que escuchas sus historias alocadas.  Hijo de una mujer y hombre javaneses (de Sumatra y Java respectrivamente), se encontró solo en el mundo desde muy joven, su madre murió en sus treintas y su padre sufrió el mismo destino; hijo único que tuvo que abrirse paso en el mundo pasando por obrero de la construcción, conductor de taxi, chulo, manipulador de agendas, conserje, entre muchas otras odiseas.  Roberto ya ha conocido bien lo que es el amor, su primera mujer, una de su propia raza, le enseñó según él el valor de la familia (con ella tuvo unos tres hijos) y de ahí pasó a conocer a la holandesa, la que le enseñó el valor del dinero; seguido pasó a la colombiana, la que le enseñó el valor de la belleza, por fin luego estuvo con una brazileña, una chica de 18 años que nació con un tumor en la cabeza y la cual, según el mismo cuenta, es la única mujer que realmente amó en su vida, la vió vivir y fallecer, como un verdadero enamorado suele hacer; ya luego de ella decidió que sólo se iba a dedicar a las aventuras, porque así siente que le guarda un respeto a todos sus amores (toma esa tragedia!!!... Shakespeare!!!).  Hablar con Roberto es como hablar con cualquier político en Panamá, algunas veces te habla en portugués, otras en javanes, otras en inglés, otras en holandés y algunas en un idioma que sólo él conoce: un verdadero políglota, con él que hay que estar muy ojo a leer entre las líneas.  Su candidez es auténtica, y ya me invitó a pasar un fin de semana en una playa al sur del país (y que conste, que el que haya visto un mapa de Suriname, sabrá que ir hacia el Sur fácilmente nos podría llevar a Rio de Janeiro, o quien quita a La Pedrera en Uruguay) la cual muero por conocer más por reto que por curiosidad.  Me contó tambien las historias de los huéspedes del hotel, a los cuales ahora veo, a algunos con temor, otros con curiosidad, otros con picardía; pero es que es tan bueno en su trabajo, que conoce todos los detalles de sus inquilinos. 

Y así pasa Roberto sus horas, entre llamadas telefónicas y visitas de los huéspedes, que para todos tiene una historia y especialmente una sonrisa.

10 de julio de 2011

Personalidades

Siendo ya hora de hacer un recuento de las experiencias, me atrevo a decir que 5 días de estadía surinamesa han sido suficientes para hacer ya de este viaje un completo éxito. 

Mini es la encargada de la cocina de lunes a jueves, su descendencia es javanesa-holandesa y con su dulce acento en inglés pronuncia las mas sofisticadas frases en español.  Sí, aquí es otra cosa, el 100% de la población habla perfectamente dos idiomas, y de ahi el 90% habla unos tres, cuatro, cinco y hasta seis idiomas.  Javanés, holandés, portugués, español, inglés, el dialecto oficial taki taki (que es una mezcla de otros idiomas); es extraordinario observar como Mini recita el menú todas las mañanas en toda esa gama de tonalidades, una políglota excepcional.  Y ni hablar de sus facetas culinarias.  A sus escasos 70 años, es capaz de retratar los mejores sabores del área en platos tan exóticos como hilarantes.  Es la autora del Gado Gado, que sigue siendo hasta ahora la mejor sorpresa que me ha dado esta mágica cocina.  Los vegetales verdes con un sabor realzado por una mezcla de coco molido y hierbas de la India son de un sabor indescriptible.



Orlando, el cocinero javanés encargado de las cocinas la mitad de la semana, es como sacado de un cuento de piratas.  Es un negro alto y ancho de unas 300 libras, que retumba el piso de madera cada vez que camina con su delantal topado de utensilios de cocina.  Es gay, lo cual de cierta forma agrada a los comensales tal vez por lo inofensivo del su tono de voz, y tambien es un excelente conocedor de las recetas javanesas.  Otra prueba más de que nadie sabe para quién trabaja.

Una de las grandes, mejores y más gratificantes sorpresas hasta ahora, es haberme encontrado con un grupo de practicantes de jiu jitsu.  Confieso que una de mis mayores decepciones a la hora de venir a este lugar, era el hecho de pensar en que no iba a poder entrenar durante mi larga estadía.  Así que con un bote bien rebuscado, fui a dar al extremo oeste de la ciudad, a un lugar dentro del Campus Universitario de Suriname, mejor conocido como el ADEKUS (Anton de Kom Universiteit van Suriname) llamado el Campus Cafe Adek, que resultó ser una estructura de madera que alberga algunos tatames para entrenar diversas artes marciales.  La experiencia fue excelente.  Estos chicos están liderizados por un entrenador holandés que los visita dos o tres veces al año desde el 2008, y les enseña técnicas que luego entre ellos practican todos los viernes a la misma hora.  Es honorable el ánimo y el respeto que tienen por el arte y por las ganas de aprender.  El grupo está formado por, como en todo Suriname, cuatro o cinco tipos de razas, así que aquí encontre desde un Colombiano, hasta un Japonés con raíces holandesas.  El tiempo que pasé aquí fue extremadamente agradable y más adelante haré un post especial tratando las experiencias con este grupo.


Aquí en el hotel ya soy conocido como el glotón (por los desayunos), el baby face (así me dicen de cariño para no decirme el pelaito desnutrido), el panameño (esta es fácil descifrar, supongo que somos diferentes), el ingeniero (y aún no conocen al ingeniebrio, pero pronto), y otros sobrenombres que no me atrevo a pronunciar por lo complicado de su escritura (quiero pensar que significan cosas buenas); y entre otros huéspedes y habitantes están: Achmed, el conserje, que siempre me incita a visitar los night clubs; Esther y Jorgas, ella ingeniera civil y él ingeniero mecánico, esposos trabajando para una compañía portuaria; Mik (o al menos asi se pronuncia), mi compañero de gimnasio todas las tardes, un holandés de unos 60 pero con ánimo y condiciones de 25; un trío de mexicanos que me miran de reojo todas las mañanas; uno que otro militar disfrazado de civil y visceversa; y el personal de servicio que es fenomenal, me tratan como un rey.

Hoy la mañana se viste de gris, y probablemente así será el resto del día, así que voy a aprovechar para leer un poco más de Isabel, y a ponerme en contacto con gentes de otras tierras.

9 de julio de 2011

Ya es Sábado

Este es el desayuno exótico de hoy: pancakes de coco, carimañola javanesa y tamal hindú. 
Está confirmado, mi computadora está en la ciudad, pero no podrá estar en mis manos hasta el lunes... blah!