me prometí que no iba a hacer de ese blog un diario, pero el deber de todo expedicionario es documentar todo lo que sucede, especialmente lo bizarro y jocoso como suele sucederme en estos últimos 30 años.
este va todo en minúsculas, como declaración de guerra con fedex, que aún me trae sin computador, ni cámara, ni nada!
las curiosidades de hoy vienen patrocinadas por el hotel. el kristal apartments vale su peso en oro, desayuno y almuerzo incluido, lavandería gratis todos los días, televisión en holandés, entre muchas otras amenidades. lo primero y más llamativo que noté al entrar a mi habitación, es la lata de baygon para mosquitos y otros insectos que esta sobre la caja fuerte al lado de la puerta de entrada; es la primera insinuación del maléfico porvenir que le espera al huésped que decida pasar largas horas en su habitación, me hizo recordar aquel restaurante en arizona, que ofrecía pepto bismol en pastillas como parte del menú. un poco descarado para algunos, yo me limito a pensar que la sinceridad de los propietarios es auténtica. Mi segunda gran sorpresa fue encontrarme con varias pastillas de un jabón que para mí es fascinante, se trata del "sandal wood soap", no se si ese jabón carece de propiedades antibacteriales, o si lo hacen en un establecimiento de mala muerte, el olor floral intenso que despide es un viaje diario entre la india y algún recoveco de china, creo que me llevaré unas 5 cajas cuando vuelva al terruño, y las sembraré en tierras fértiles.
hoy me preguntaron cuanto costaba un boleto hasta suriname: una estadia por cinco noches repartiendo las nalgas en la 4 de julio. eso cuesta. el boleto a este paraíso se me antoja sobrevalorado. pero quién soy yo para sobrevalolar las vainas.