12 de julio de 2011

Roti y Otros Encuentros Cercanos Del Tercer Tipo

Dos eventos de mayor magnitud tocaron a mi destino hoy: el Roti y el fútbol sala.

Al segundo fui invitado por uno de los locales de acá, Achmad, al ver que me entretenía muy poco escribiendo en el restaurante del hotel.  Debo confesar que el fútbol no es lo mío, y mucho menos el de sala, ese siempre se me antojó un "medio deporte", así como el fut-beis, o la bola suave; así que a regañadientas me monté en el vehículo (por el lado del conductor por supuesto, porque ya teniendo dos semanas aquí aun no me acostumbro a los vehículos con el timón a la izquierda; motivo de risa para el resto de los observadores anonadados de mi torpeza) hacia un lugar al cual cuando logré reconocer algunas de las estructuras, resultó ser uno que ya conocía gracias a una fiesta electrónica que tuve el placer de ir en el 2008; el estadio es uno techado, con unas gradas de madera sumamente inclinadas, y que fué construído por los chinos hace pocos años, me resulta interesante la estructura, por simple que es.  Dentro, pude verla por primera vez iluminada, que por aquel tiempo en que entré las únicas luces eran estroboscópicas y de colores.  Y qué bonita sorpresa resultó ser el futbol sala, dos tiempos de treinta minutos, justos para enamorarte pero no aburrirte, un juego extremadamente rápido, y para mi suerte resultó ser nada más y nada menos que el equipo de los "Masters" de Holanda, que estaban haciendo una exhibición con la selección Nacional de Suriname de fútbol sala. 



El juego quedó 4 a 3, y fueron los 7 goles más emocionantes que he visto en mi vida desde la chilena de Luis Tejada.  Otros también se robaron el show, como el árbrito con sus emulaciones de las faltas de los jugadores, y hasta la participación de un enano en el equipo de Suriname, Bowlen se llamaba, y fue el héroe del partido!




La otra experiencia del tercer tipo, es una de esas que uno busca sabiendo lo que viene, es como una de esas idas al Capri en las que sabes que de seguro te encontrarás a un cuñado, a un pariente, o, peor aún, a tu esposa; así que me fuí a comer mi bien merecido Roti.  El Roti es un plato indostán que consiste en una tortilla de harina con especias, papas guisadas, unas habichuelas miniatura y pollo marinado en especias y masala (el masala es un curri en esteroides), picante pero delicioso, una ida segura al trono cuando tienes un delicado estómago como el mío.  Es una comida rápida de hacer y muy común en Suriname, la vende la famosa cadena ROOPRAM.



Este te lo dan así, sin cubiertos, se come con la mano, o como yo, con la cara.  Vale cada segundo en el servicio.